jueves, 4 de abril de 2019

Monsters Inc

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Desde otro mundo
(siempre me pregunté desde dónde)
me visitaste
inesperadamente.

Y así, inesperadamente,
éramos mejores amigos.
Mientras estuvimos juntos,
tu risa (también inesperada,
a veces mezclada levemente
con el miedo)
lo fue todo:
mi mayor objetivo
y mi energía. Jugábamos.

Ahora,
También inesperadamente,
regresaste a ese mundo,
y me han pedido
que cierre la puerta.

Tu puerta, hecha cenizas,
se aleja para siempre.

No te preocupes:
 por si quieres volver a verme,
guardaré un solo trozo de tu puerta
siempre, entre la azul calidez de mi piel.
Y gracias a ese único trozo,
quizás, alguna vez,
quién sabe cuándo
(si el tiempo, como un amigo, logra
reconstruir
esa puerta)
podré oír de nuevo
tu risa. Y será de nuevo
mi mayor objetivo
y mi energía.
¿Saldremos de nuevo
 a jugar?

lunes, 18 de marzo de 2019

Puliendo el estribillo de "Bad idea", de Ariana Grande

Nuestros textos serán más valiosos cuanto más concretos y tangibles. Sin embargo, he observado gracias a The pop song professor que muchos creadores de canciones populares no respetan este principio. Creen que venderán más discos cuanto más vagas sean sus letras. Pero la vaguedad no es sinónimo de resonancia universal en el público. Como dice Taylor Swift (en un artículo cuya traducción estaré publicando muy pronto para ustedes), el desafío divertido de escribir pop está en meter a presión detalles personales y precisos en la melodía más pegadiza posible.
Siguiendo la premisa de que los malos textos nos darán siempre un ejemplo acabado de qué no hacer, les presento mi análisis de cómo Ariana Grande podría haber mejorado, eliminando ambigüedades, el estribillo de su canción "Bad idea" (del disco Thank u, next, de 2019). Les dejo aquí un link al audio de la canción.
Admito que la música se nos queda en la mente, así que mis propuestas para mejorar la letra tratarán de respetar la métrica original, y adecuarse a la melodía. ¡Teclados a la obra!
El estribillo dice, en inglés:

i got a bad idea.
How 'bout we take a little bit of time away?
I got a bad idea:
forget about it, yeah, 
forget about him, yeah,
forget about me.
I got a bad idea:
yeah, I'ma call you over here to numb the pain
.I got a bad idea:
forget about it, yeah,
 forget about him, yeah,
forget about me".

Traducción (El resaltado, mío, muestra aquellas palabras o frases que se podrían exprimir para mejorar el texto.):
Tengo una mala idea.
¿Qué tal si nos tomamos un rato libre?
Tengo una mala idea: olvidarme de eso, sí, olvidarme de él, sí,
olvidarme de mí.
Tengo una mala idea: 
voy a llamarte para que vengas aquí para anestesiar el dolor.
Tengo una mala idea:
olvidarme de eso, sí, olvidarme de  él, sí,
olvidarme de mí.

Estamos hablando de la cuestión de la especificidad, y no tanto del sonido. Por eso, fingiré por un momento que no me molesta que Ariana haya tenido la mala idea (Ja, ja) de repetir una y otra vez "yeah" al final de casi cada verso y/o hemistiquio para conseguir la rima.  Rimar repitiendo la misma palabra es un mecanismo bastante tosco (a menos que se lo emplee con maestría, que no es el caso), y por completo y evitable. (De hecho, Ed Sheeran, que no es precisamente ajeno a los top 40,   lo desaconseja). 
Pasemos por alto esa cuestión, y vayamos directo a la vaguedad de la letra.
Para empezar, el verbo "tener" es uno de los que en el método del Taller de Corte y Corrección siempre procuramos eliminar o exprimir.  Por otro lado, el concepto de "mala idea"es muy amplio. ¿Se trata de un error, un recuerdo desagradable,  una obsesión, un pensamiento impuro, un plan que parece que no funcionará? Se me ocurre una estrategia que resolvería ambos problemas a la vez: quitar el verbo "tener" y transformarlo en uno que implique "idea". Así, se podrá, a la vez, reemplazar "idea" por un sustantivo con más fuerza. Un sustantivo con tanta fuerza que presente el matiz negativo sin precisar de un adjetivo tan bobo como el "mala" original. En el contexto, el yo lírico da a entender que no busca al tú lírico de pronto, sino premeditadamente. Además, entrevemos que esa relación no va a terminar bien, ya que es sólo para olvidar una anterior. ¿A qué verbo y qué adjetivo podemos recurrir para concretar más esto, entonces? Propongo "planear" y "fracaso". El verso quedaría así: "I´m planing a new failure" ("Estoy planificando un nuevo fracaso"). Desde ya, esto obligaría a cambiar el título de la canción, pero "Planing a new failure" resulta un título más intrigante que "Bad idea".  
Pasemos al siguiente verso. El objetivo es volver lo más tangible que podamos ese plan destinado al fracaso, que hemos mencionado arriba.
Ariana eligió la palabra "rato". ¿Cuánto es un rato: una hora, quince minutos, una noche?  ¿"Un rato" de qué día, en qué momento de la semana? (Mi corazoncito swiftie me lleva a acotar que la mención de meses, horas y fechas específicos es uno de los recursos de especificidad más característicos de las letras de Taylor. Pueden disfrutar de ejemplos aquí, aquí y aquí.)
La voz lírica le propone a su destinatario "tomar un tiempo libre". Pero, ¿para qué? Conviene conservar en la frase cierto nivel de sugerencia, para que el receptor intuya cuál es el verdadero plan. Pero, aún así, se puede poner una acción concreta y a la vez sugerente. Mi solución para este verso implica concretar tanto el momento como la actividad: "how about we drink next´sunday's night away?" (¿Qué tal si nos emborrachamos toda la noche el próximo domingo?).
Sólo Ariana podría decir si estos detalles concretos se ajustan a su vida personal. Yo los propongo porque:
a) me parece interesante situar el plan en la noche de un domingo, para evitar el lugar común del sábado o el viernes por la noche. Además, el hecho de que el día siguiente sea típicamente laborable confiere a la intención del yo lírico un matiz de urgencia interesante.
b) el plan de beber juntos conserva la sugerencia. Además, me gusta cómo encaja la frase "drink the night away", que aprendí gracias a esta canción de Ed Sheeran. (Maravillosamente específica, por cierto.)
La siguiente palabra que se puede exprimir es "eso", en la frase "Olvidarme de eso". Es una de las palabras más vagas del mundo. ¿De qué quiere olvidarse el yo lírico? De un noviazgo anterior, sí. Pero podemos ir más allá: toda relación que nos marca conlleva el recuerdo de algún objeto, aroma, sonido o lugar. Mencionar en este verso alguno de estos elementos, como símbolo, enriquecería enormemente la canción. Solamente la autora sabe a qué hombre se refiere (si es que la canción es autobiográfica), y qué experiencias vívidas se asocian con él. A los efectos de mi experimento lírico, supongamos que se trata de Pete Davidson, su último novio,  con quien estuvo comprometida.
En tal caso, respetando la métrica y la rima, podríamos cambiar "Forget about it" por "Forget about rings" ("Olvidarme de los anillos"). 
La ambigüedad del pronombre "él" en la frase "olvidarme de él" puede resolverse sencillamente nombrando al chico, tal como Ariana lo hizo brillantemente en el tema "Thank u, next", del álbum homónimo. Siguendo nuestra suposición, diremos entonces "forget about Pete" ("olvidarme de Pete").
El locativo "aquí  de "voy a llamarte aquí" no significa nada. Nos da una oportunidad de profundizar sobre el espacio, como muestra aquí Marcelo di Marco en su canal. Por desgracia, la métrica  no nos permite especificar más que con una palabra. Pero, la verdad, decir " I´m gonna call you home" ("Voy a llamarte para que vengas a casa"), ya suma un montón.
El último detalle que puliremos es un poco más sutil. Dice la canción "Voy a llamarte aquí para anestesiar el dolor". Si hay una necesidad de anestesia, es evidente que hay un dolor. Podría mejorarse la frase especificando qué tipo de dolor es, o en qué parte del cuerpo se encuentra.  Ojo: evitemos caer en el lugar común de decir "to to numb heart aches" ("para anestesiar los dolores del corazón"). Una posibilidad mejor resaltaría el tema de que hay un pensamiento recurrente doloroso:
"to numb my brain" ("para anestesiar mi cerebro").

Veamos, para concluir, cómo quedaría el estribillo con estas modificaciones:
En inglés:
 "I´m planing a new failure:
How 'bout we drink next sunday´s night away?
I´m planing a new failure:
forget about rings yeah,
forget about Pete, yeah,
forget about me.
I´m planing a new failure:
yeah, I'm a call you over home to numb my brain.
I´m planing a new failure:
forget about rings, yeah,
 forget about Pete, yeah,
forget about me".
Traducción
"Estoy planeando un nuevo fracaso.
¿Qué tal si nos emborrachamos toda la noche el próximo domingo?
Estoy planeando un nuevo fracaso:
olvidarme de los anillos, sí,
olvidarme de Pete, sí,
olvidarme de mí.
Estoy planeando un nuevo fracaso:
voy a llamarte para que vengas a casa a anestesiar mi cerebro.
Estoy planeando un nuevo fracaso:
olvidarme de los anillos, sí,
olvidarme de Pete, sí,
olvidarme de mí.".
 ¡Gracias, queridos lectores,  por acompañarme en esta experiencia! Por favor, comenten si les gustaría ver propuestas de mejora de otras canciones. ¿Se les ofrece alguna en particular?

viernes, 19 de mayo de 2017

Sabrina




A la joven que nos hizo soñar
con los perros caniche,
el pelo corto
y los vestidos de Givenchy,
a la hija del chofer
no le falta nada:
ella canta La vie en rose
y quien cae a sus pies
es nada menos que Humprey Bogart.

Dinos, Audrey,
¿cuál es tu secreto,
dónde encontraré
mi París?

sábado, 29 de abril de 2017

Victor Laszlo leyendo Mujercitas


Victor Laszlo leyendo Mujercitas


Duermes, querida Ilsa.
Ya, casi, somos viejos.
Duermes y te has dejado, junto al velador
—cuya luz resalta
las ondas, aún brillantes, de tu pelo—
ese libro pequeño,
—de tapas amarillas
y páginas marrones
(fuera de la pantalla, en nuestra vida
 se distinguen
los colores)—,
ese libro pequeño
que lees tantas veces:
Mujercitas.

Desde allí una chica de vestido naranja.
me sonríe
mientras un muchachito la persigue.
¿Por qué sonríe ella? ¿Por qué él la persigue?
Me esfuerzo en recordarlo:
tantas veces lo has leído…
tantas veces me lo habrás contado…
pero no lo recuerdo.

Me he desvelado
—mientras los años pasaban bajo el puente—,
me he desvelado,
tratando de mirarte. Pero
te escondes en el sueño;
así como te escondes, no sé dónde
—cada vez más, según pasan los años—,
cada vez que enciendo un cigarro,
cada vez que, sosteniéndote el sombrero,
ves pasar un avión…

En el desvelo ya me va cazando, desde la mesa de luz
la sonrisa de papel de la muchacha.
Hace mucho que no decido nada con tanta fuerza: abriré el libro.

Peino las páginas
con la yema de mis dedos:
el polvo vuela hasta mis ojos. Los entrecierro.
Acaricio las letras. Entra un poco de frío:
tú te das vuelta entre las sábanas.

Entre las páginas, en  el ático de las muchachas,
también corre frío,
mientras Jo construye castillos de tinta
para sus hermanas.

La madrugada me alcanza
enamorado de Joe,
con la tristeza de que ese beso bajo el paraguas
no conformó
 a ningún lector
(y tampoco a ella).
Bajo el paraguas
Bhaer tiene mi rostro.

Yo sé que Laurie Laurence,
muchas veces
entre tus párpados, que se abren soñadores,
toma un whisky, y enciende un cigarro con un gesto
demasiado suyo para que no me duela.

viernes, 31 de marzo de 2017

La la land


La la land
I (Lovely night)

Tu vestido amarillo,
mi corbata,
la colina,
aquella extraña luz
y nosotros. Todos
giramos.

Giramos
mientras nuestros labios
dicen no
pero nuestros cuerpos
y el vestido amarillo
y la corbata
y la colina
y aquella extraña luz
y la omnipresente música
que todo, todo
lo envuelve
trinan:
“Qué tal si…”

domingo, 5 de marzo de 2017

"Love" is a closed door



Al príncipe Hans de las Islas del Sur, que todas hemos sufrido.



Golpeo la puerta.
Elsa no responde;
no comprendo.

No pretendo engañar a nadie
Pero me engaño
a mí misma:
bajo el atolondrado despertar,
la torpeza, el pelo enredado
y las sonrisas
reina la soledad. Reina
el miedo.

Golpeo la puerta.
Tú abres.
Con el tiempo,
me golpeas.
Cierro la puerta.

Cierro la puerta
para siempre (¡Libre soy!)
y me voy a cantar
a otro lugar
donde la magia es tan fuerte
que transforma en sabiduría
hasta a las piedras.

Cierro la puerta
para siempre
 y me voy a cantar a otro lugar
donde realmente
podré encontrar
abrazos cálidos.


Cierro la puerta:
aunque vivieras lo suficiente
para ver morir a tus doce hermanos
y convertirte en heredero del reino,
jamás
serás un príncipe.


Y entonces,
al calor del fuego
(por algunas personas derretirse
vale la pena)
,
abro la verdadera puerta.

Abro la verdadera puerta:
siento la nieve
convertirse en flores.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Tríptico a favor de las máscaras: I Dexter Morgan, the dark defender

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Trìptico de elogio a las máscaras

A Hernàn La Greca

I
 Dexter Morgan, the dark defender


1
Silencio. Precisión. Color.

Y de nuevo silencio.

Una sola misión:

en toda ciudad hay agujeros  negros:

gente que grita, gente que calla…

gente que habla demasiado,

gente que grita… y escapa.



Y en silencio,

la sonrisa perfecta

con el mismo paso,

con la misma remera

—la de siempre:

verde, aburrida y sexy

(su traje de héroe)—

el vengador avanza,

el vengador acecha.



Todo ya está planeado:

guarda los filos

—esos filos que saben

desde siempre

que todo está planeado—,

elige algunas fotos

—las más crudas—

Y teje

la meticulosa red

de la justicia

con plástico adherente.



Y mientras tanto,

todos los días teje

la perfecta sonrisa

—también meticulosa,

casi también de plástico,

y casi también red—
jugando con los niños
en un edén
del sueño americano.



Todo en su vida es limpio:

Por las noches

duerme tranquilo

porque no siente.



2

Por las noches

—Cuéntanos un cuento, Dexter— piden los chicos.

Entonces rebusca en los inmaculados

archivos de su memoria:

inventa magos

que secuestran doncellas,

dragones asesinos que ahora vagan,

impunes, por los bosques.

Inventa un príncipe con armadura

—de cuero negro, como su campera—,

con una cota de malla verde,

como su remera

—verde, aburrida y sexy

(su traje de héroe)—.



La espada es perfecta:

El príncipe también. 
Los niños van cerrando los ojos mientras Dexter

describe —acaso demasiado bien—

cómo el príncipe, durante días, en silencio

—con la misma sonrisa, con la misma armadura,

(con la misma remera)—

busca el momento de acabar con el dragón,

avanza, acecha.



Los niños cabecean mientras Dexter

tiene al dragón arrinconado

en lo alto de una torre

   solitaria y perfecta, y tejida con plástico adherente —.



Los niños se han dormido.

A Dexter solo le falta un golpe para acabar con el dragón:

El príncipe calcula, meticulosamente.  Besa

la precisión de su espada. Se acerca

lo suficiente al cuello,

arranca con la punta de la espada

una escama —de recuerdo—

y golpea. 



Silencio. Presición. Color

El dragón exhala. El príncipe también:

al mirarlo de cerca,

el dragón

tiene su mismo rostro.



Bajo la máscara,

El vengador sonríe

Y deja la luz de los niños encendida.