Juntos contra el enemigo
"Y el antiguo enemigo que nos corroe el corazón
crece y se hace fuerte con la sangre que perdemos" (Charles Baudelaire, "El enemigo")
Perdón por estar
—lentamente— envejeciendo…
te dije que no me importaba
Siempre tendré el
mismo perfume,
¿sabés?
los mismos versos.
Siempre sabré dónde
respirar y vos sabrás
cómo
mis palabras y mis
espacios se conviertan
en música en tu aliento.
Lo sé. Te dije que no pidieras perdón…
Lo entiendo. Pero
fallo cuando trato
de eternizar los
momentos. Por eso
pido perdón por estar—lentamente—
envejeciendo.
“Las hadas cuando son
felices” —decía una vez un cuento—
“se van volviendo
cada vez más jóvenes,
ágiles y pequeñas ”.
¿cómo estrellas?
Quisiera ser un hada
de ese cuento
para que me encuentres
cada vez más hermosa
a tu lado.
Siempre...
Podría seguir mi
vieja receta,
la de poesías que sé
que funcionan:
podría aliterar una
maldición
al tiempo, al
trabajo, a los dolores,
a la noche.
Pero eso fue antes: las maldiciones
fueron antes...
Como poesía funcionaron...
Sin embargo hoy
prefiero,
simplemente
unas pocas estrofas y
pedirte
perdón por estar
envejeciendo.
Y en una última,
breve
prometerte
que aprenderé a
detener el tiempo
en mi perfume.
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